lunes, 1 de febrero de 2010

Cambios y maduración en los niñ@s

El desarrollo es un proceso de cambios que ocurren en las personas a través del tiempo que son vistos a través del crecimiento físico, el aprendizjaje de nuevas destrezas y conocimientos, las relaciones sociales que vaya estableciendo, el aprendizaje y control sobre sus emociones, así como la consciencia comunitaria y moralidad.

Cada cambio, coherente con la edad del niñ@ supone la aparición de rasgos inherentes a este y establecidos en los patrones de desarrollo basados en estudios,  y es por ello que cuando el infante de 1 año ya aprende a caminar o está en camino de hacerlo, se le considera dentro del patrón establecido. Los patrones o ese conjunto de nuevos rasgos no se enseñan, sino son la consecuencia de diversos aspectos como la maduración y predisposiciones genéticas, así como la estimulación recibida y experiencias vividas. En ese sentido podemos decir que las personas nacemos programadas genéticamente para realizar estos cambios, sin embargo existen aspetos que determinan su aparición y desarrollo.

Sobre ello, el rol de lo padres y educadores  de ser conscientes que cada niñ@ tiene un proceso madurativo diferente, que responde a su constitución  y a un entorno adecuado, y aceptando que existen diferencias entre cada niñ@, si el niñ@ tarde un poco más que sus amigos, pues es normal.

¿qué sucede entonces cuando la persona, independientemente de la edad en la que se encuentre, no se ajusta a los patrones propios de su etapa? Muchos padres se alarman al ver que cumplidos los 14 o 15 meses y el niñ@ aún no camina o que ya tiene 18 meses y ven que sus caminadores aún no hablan nada. Este hecho, que para muchos padres es desalentador puede deberse a que tal vez el niño empezó a andar antes y su energía y concentración se fueron hacia la meta de caminar o por la falta de estímulo adecuado por parte de sus cuidadores o como en muchos casos se ve por malos hábitos familiares, en torno al lenguaje (no hablan claramente las palabras o los mismos padres balbucean).

Hay un libro que recomiendo que se llama Esos temibles y fascinantes tres primeros años, escrito por Tracy Hogg, que explica y tranquiliza a muchos padres sobre este tema.